"Imagina una escultura sobre la que trabajas todos los días. Si la detienes la belleza la abandonara lentamente"
No podemos parar nunca de purificarnos, mejorarnos, fortalecernos y cultivar lo sagrado que hay en nosotros.
Si lo hacemos bien un día, eso es bueno, si cesamos en nuestros esfuerzos nos deslizaremos hacia atrás.
Por eso debemos esforzarnos en cada nivel, desde lo físico a lo mental y a lo espiritual.
Nuestra vigilancia no debe caer, tu determinación no debe flaquear.
No hay nada que lograr, es solo la mente la que nos convence de que tenemos que que lograr algo.
Ya somos puros aunque vivamos en un mundo contaminado y de pensamientos egoticos que nos separan de lo verdadero.
Para ser espiritual en este mundo tan caótico que vivimos, no debemos dejar de esforzarnos nunca.
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