viernes, 6 de diciembre de 2013

La filosofía del tao para cada día: Optimo


Óptimo

Si eres mejor por la mañana,
Cultiva el Tao en la mañana.
Si eres mejor por la tarde,
Cultiva el Tao en la tarde.

Cualquiera sea para ti el momento óptimo del día, deberías dedicarlo al cultivo del Espiritu. Al amanecer, cuando hay quietud, el mundo está fresco, y la mente no está contaminada por los eventos del día, es un momento ideal para dedicarte al estudio. 
La mañana, el momento del nacimiento, no debería ser malgastada en un rápido desayuno, una apresurada lectura del diario, y una prisa maniaca hacia el trabajo. Es mucho mejor despertar de un pacífico dormir, lavarte, tomar agua pura, y sumergirte en la creciente energía del día.

Si tu momento óptimo es la tarde, entonces hay dos intervalos propicios: el crepúsculo, cuando el día y la noche llegan a un equilibrio, y la medianoche, cuando se levanta el primer aliento del día que viene. Por la noche, las preocupaciones mundanas se dejan de lado, el descanso y la relajación son primordiales, y el mundo entero se retira en lo nocturno. La noche es el tiempo de la regeneración, y no debería ser malgastado en entretenciones licenciosas, sexualidad indulgente y demasiado dormir. 
Es mucho mejor retirarse de las ocupaciones del día, bañarse y sumergirte en el poder gestacional de la oscuridad.

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