"Lo menos confiable en tu vida es tu propia mente. En determinado momento le gusta una cosa y en otro, una cosa distinta. Tu mente anda por todos lados. Entonces, no puedes confiar en tu mente. Una vez que entiendas eso, te reirás, sonreirás. Pensarás: "¡Qué importa! ¿Por qué debería controlar la mente de otra persona si no puedo controlar la mía propia?" ¿No es cierto?" |
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