Ablución
Lavarse al amanecer:
Enjuaga los sueños.
Protege a los dioses adentro,
Y clarifica el espíritu interior.
La purificación comienza toda práctica. Primero viene la limpieza del cuerpo –no para negar el cuerpo, sino para que sea refinado. Una vez limpio, puede ayudarnos a sentir lo divino.
Enjuagar los sueños es una forma de decir que debemos disipar no sólo las ilusiones y ansiedades de nuestros momentos durmiendo sino también las de cuando estamos despiertos. Toda vida es un sueño, no porque no esté allí, sino porque todos proyectamos diferentes significados sobre ella. Debemos depurar este hábito.
Mientras limpiamos, naturalmente miramos dentro.
Después de quitar las oscurecedoras capas de suciedad, de problemas corporales y de falsas ilusiones, debemos estar preparados para incluso quitar a los dioses mismos para poder alcanzar el Uno interior.
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